Primer día de playa
Una muchacha perseguía a su amiga con una botella de Inka Kola de un litro, dispuesta a vaciársela encima, mientras reían sus compìnches. Chicos apanaban a un indefenso que gritaba "mis lentes, mis lentes", preocupado por sus lentes de sol. El mar estaba frío, pero los gritos de los corredores de pechito0 te animan a parecer valiente y zambullirte sin quejarte. El exceso de sal que dejó en mis ojos la noche del día anterior hizo que se irritaran en exceso y tuviera que salir antes de lo acostumbrado. Pero el primer día de playa fue perfecto.
El clásico señor que mira sólo por un ojo y susurra lo que ofrece nos vendió barquillos. Yo compré una cerveza y llegamos a algunas conclusiones útiles en una conversación acerca de si uno es capaz de saber de antemano si se va a aburrir con alguien que casi no conoce. Bajo el sol los diálogos enrevesados no se sienten absurdos y se extienden como el color casi magenta que ahora luce mi piel. Había un joven muy tetón y al ver a su padre supimos que era genético: tetas blancas de hombre, extrañamente bien formadas. Al costado una pandilla bebía un potente combinado mientras bailaban las canciones de moda, nuevas y antiguas. A Carlos le molestaba la radio, y aunque era verdad que fue delicioso cuando la apagaron, me gustó tomar sol mientras escuchaba "Sweet child of mine"...."Where do we go now?, were do we gooo?"
Déborah se va y se suma a Andrea, Yuri, Diego, Martín, Alan, Meche, Sergio, Anyka, Alexandra, Benjamin. Más personas a quienes extrañar y menos amigos con quienes ir a la playa.
Kristy viene.
Quiero nadar con ella y que nos lleve otra vez el mototaxista guapo que nos tocó ayer.
Era guapo pero no sonreía.
El clásico señor que mira sólo por un ojo y susurra lo que ofrece nos vendió barquillos. Yo compré una cerveza y llegamos a algunas conclusiones útiles en una conversación acerca de si uno es capaz de saber de antemano si se va a aburrir con alguien que casi no conoce. Bajo el sol los diálogos enrevesados no se sienten absurdos y se extienden como el color casi magenta que ahora luce mi piel. Había un joven muy tetón y al ver a su padre supimos que era genético: tetas blancas de hombre, extrañamente bien formadas. Al costado una pandilla bebía un potente combinado mientras bailaban las canciones de moda, nuevas y antiguas. A Carlos le molestaba la radio, y aunque era verdad que fue delicioso cuando la apagaron, me gustó tomar sol mientras escuchaba "Sweet child of mine"...."Where do we go now?, were do we gooo?"
Déborah se va y se suma a Andrea, Yuri, Diego, Martín, Alan, Meche, Sergio, Anyka, Alexandra, Benjamin. Más personas a quienes extrañar y menos amigos con quienes ir a la playa.
Kristy viene.
Quiero nadar con ella y que nos lleve otra vez el mototaxista guapo que nos tocó ayer.
Era guapo pero no sonreía.
2 Comments:
At 7:20 a. m., Anónimo said…
en verdad fuimos a la misma playa y estuvo genial solo que mi clan y yo tuvimos que irnos porque no se que estaba mas encima nuestro si las piedritas que hay detras.... nuestros vecinos ya locazos... los barruntos y todo su humo encima del mas chiquito de nosotros o el mar que se salia junto con el niño que saliendo del mar le dio el ultimo mordisco al choclo y lo enterro....
pero lo mejor fue el paseo con el mototaxista que nos llevo a la paradita de chorri donde compramos muchas cosas ricas, que buena es esa playa no? el paseo no termina me encanta, ahora solo voy a esperar a que sea viernes para acostarme pensando en que al dia siguiente tempranito vamos a ir de nuevo...
At 11:21 a. m., Anónimo said…
minifaldas y estereos en la playa en 2006!! yeeee!!!
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