Las favoritas de Brasil II: Paraty
Nada que agregar. Un cartel hermoso bajo un sol brillante. Y que ganas de ser esa niña, montando bicicleta sobre un helado gigante...
La bahía de Paraty estaba llena de botecitos de muchos colores y estos fueron los ganadores: No Limits y Flach Dance. Me hacen recordar al bote Mestre Patrick, que nos trajo de regreso de Lopez Mendes a Ihla Grande a ritmo de techno noventero. Que alegría indescriptible ver el atardecer más hipnotizador escuchando "Please Don`t go" y "Mr. vain", pensando en Saturday Night Live y en Kristy, en hacer coreografías con trajes de aerobic y en las fiestas del colegio donde bailábamos Ace of Base, mientras la naturaleza se sincroniza con los beats más pacharacos.
Una mochila que no compré en un momento de extraño ahorro. Que lindo fue descubrir que "jugar" se dice "brincar" y escuchar la palabra con acento portugués. Brincadeiras, brincos, brincadeiras...
Lo más bonito de Paraty eran las bicicletas. Estaban por todos lados, era el pueblo más ciclista que visité en este viaje y quienes las manejan se ganan siempre mi simpatía inmediata, así que los paratyanos me cayeron de lo mejor, pedaleando a la orilla del mar, deteniéndose para tomar jugo de hortelá con abacaxi o para dar paso a los niños que corrían volando sus cometas de modelos extraños .
Un Bart insuperable, brazicorto y concentrado en la victoria. Pintado en la parte más barrio de Paraty, donde las calles estaban invadidas por improvisadas canchitas de futbol que garantizan el hexa campeonato.
Otra vez, nada que agregar.
La bahía de Paraty estaba llena de botecitos de muchos colores y estos fueron los ganadores: No Limits y Flach Dance. Me hacen recordar al bote Mestre Patrick, que nos trajo de regreso de Lopez Mendes a Ihla Grande a ritmo de techno noventero. Que alegría indescriptible ver el atardecer más hipnotizador escuchando "Please Don`t go" y "Mr. vain", pensando en Saturday Night Live y en Kristy, en hacer coreografías con trajes de aerobic y en las fiestas del colegio donde bailábamos Ace of Base, mientras la naturaleza se sincroniza con los beats más pacharacos.
Una mochila que no compré en un momento de extraño ahorro. Que lindo fue descubrir que "jugar" se dice "brincar" y escuchar la palabra con acento portugués. Brincadeiras, brincos, brincadeiras...
Lo más bonito de Paraty eran las bicicletas. Estaban por todos lados, era el pueblo más ciclista que visité en este viaje y quienes las manejan se ganan siempre mi simpatía inmediata, así que los paratyanos me cayeron de lo mejor, pedaleando a la orilla del mar, deteniéndose para tomar jugo de hortelá con abacaxi o para dar paso a los niños que corrían volando sus cometas de modelos extraños .
Un Bart insuperable, brazicorto y concentrado en la victoria. Pintado en la parte más barrio de Paraty, donde las calles estaban invadidas por improvisadas canchitas de futbol que garantizan el hexa campeonato.
Otra vez, nada que agregar.
3 Comments:
At 12:15 p. m., Anónimo said…
disfrutar lo bamba es tan verdadero herhmanna!
nada que agregar... te quiero!
At 5:55 p. m., vagos said…
puchi, qe pasò con esa falta de consumista tobara?!!! :O...
no pos! fora bush vamos a brincar!
osi
dense una vuelta por acci:
www.pichulaperu.blogspot.com
At 12:40 p. m., Anónimo said…
sin duda el piolin es lo mejor que he visto en muuuucho tiempo... ademas que muy ponerdor, si señó!
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