"Me llevaron y me sentaron y me calmaron
...y yo pensé, cuando la música sonaba y yo la aprobaba íntegra: "esto es vida". De allí en adelante mi vida ha sido una aceptación - prolongación constante, lúcida (para apropiarme de la palabreja) de ese breve pensamiento. Supe que no iba a encontrar, nunca, tanta reunión y tanta armonía. Sabiendo amigos en todas partes aún no los reconocía a todos, y de cualquier manera supe que nunca iba a estar así de protegida"
(leído hoy, vorazmente y con sorpresa, pensando en ayer, en las otras veces y en el extrañar, en "Que viva la música" de A.Caicedo, cortesía oportunísima del Rodrich. Gracias)
(leído hoy, vorazmente y con sorpresa, pensando en ayer, en las otras veces y en el extrañar, en "Que viva la música" de A.Caicedo, cortesía oportunísima del Rodrich. Gracias)
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