Te conocí en un bazar

entre cuadros, y revistas, camisetas, discos y jeans

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miércoles, mayo 31, 2006

Ahorita es el 4

Mi papá me acaba de enviar este artículo. Buenísimo como síntesis de lo que ocurre con un punto de vista de fuera muy interesante por la comparación con la campaña pro Bush. Y además me parece importante por el modo en que las cifras publicadas esta semana revelan una diferencia de más o menos 6 puntos en favor a Humala en el voto escondido (revelado a través de simulacros de votación), que muestran como la feroz y denigrante campaña pro Alan ha logrado hacer sentir avergonzado e inseguro al electorado nacionalista. Me imagino que para muchos, sobre todo en Lima, debe ser difícil expresar con convicción ante un encuestador esa opción luego de haber sido llamados "ignorantes, inconcientes, vengativos, resentidos" y haber convertido a la otra en ejemplo de democracia y civilización.
(Para otros artículos e intercambiar puntos de vista, está
yatengoelpoder.blogspot.com)


VOTAREMOS POR HUMALA, Y NO ES UN VOTO ESCONDIDO

Eduardo González Viaña (*)

En los Estados Unidos, los dos problemas más feroces de hoy son la posibilidad de una bancarrota y la certeza de que todos los días muere gente en una guerra sin motivos. Si ese hubiera sido el tema a discutir en las últimas elecciones presidenciales, el señor Bush estaría hoy en su rancho de Texas bebiendo una cerveza melancólica.

Sin embargo, los ricos beneficiados por la exención de impuestos y un frente religioso fundamentalista manipularon la media, y pusieron otros puntos en el centro del debate. Para ellos, los grandes problemas de este país son el matrimonio gay, el aborto, las teorías de Darwin y los condones. Los diarios y la TV pusieron estos temas sexuales en el centro de la discusión, y una mayoría asustada votó por el presidente.

La estrategia se ensaya otra vez, de forma sospechosamente mimética, en las elecciones peruanas del 2006. La última vez que estuve en Lima, un hombre famélico hurgaba en la basura en la puerta de mi casa, y todos los taxistas confesaban ser profesionales sin un puesto de trabajo. Hambre, miseria y desocupación son los problemas inmediatos. Podrían comenzar a resolverse si el Perú ejerciera una política honesta y nacionalista sobre sus riquezas minerales y energéticas como lo están haciendo ahora casi todos los países de la región. Jamás en la historia hubo tanta bonanza minera en el país. Jamás llegó a tan pocas manos. Sin embargo, la miseria y la desocupación ya no son problemas en el Perú, según nos informa un abrumador frente de millonarios. Para ellos, el taxista sin chamba y el recogedor de basura deben olvidar sus cuitas y elegir entre la democracia y el autoritarismo. Supuestamente el candidato de la "democracia" es el también candidato de los ricos, Alan García Pérez.

Esta coalición aparentemente está inspirada por los concesionarios extranjeros de las minas. La integran los propietarios de los medios, las cúpulas limeñas de los partidos, los voceros de la Bolsa de Valores, el propio arzobispo de Lima y un presidente que quiere superar su pequeña estatura de gobernante proclamándose adicto al whisky de etiqueta azul.

El intercambio amoroso entre los ricos y su candidato ha sido así. "Votaremos por ti –han pensado ellos– aunque sea tapándonos la nariz porque hueles mal" "No importa –ha respondido él–: Tengo mis principios, pero si a ustedes no les gustan, siempre tengo otros para cambiarlos."

Se equivocan. Cometen un error funesto y van a ser derrotados. Aunque tengan todos los diarios y la televisión, no conocen a los pobres ni saben hablar con la gente honesta. Tampoco saben amenazar a la gente valiente. Dicen que nosotros somos el voto escondido de Ollanta Humala. No tan escondido, digo yo. Somos los que vamos a votar por Ollanta Humala.

(*)Escritor peruano, profesor universitario en Oregon, EE.UU.
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lunes, mayo 29, 2006

Recrear la vista

Pocas películas ultimamente. Las dos que más me han gustado, son de cuando aún no nacía, y ambas, con dos hombres hermosos:

Robert de Niro como Johnny Boy Civello en "Mean Streets", su primera película con el super Scorsese

La cita es de Charlie, interpretado por Harvey Keitel: " Twenty dollars! Let's go da movies! "

Jean Paul Belmondo como el persistente Alfred Lubitsch en "Une femme est une femme" del super Godard


La cita es de Angela, la stripper interpretada por Anna Karina (¿alguna chica podrá evitar desear ser ella mientras la mira en una película?):

"Debemos boicotear a las mujeres que no lloran"

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martes, mayo 09, 2006

Sorpresas nocturnas

Hace días fui a una fiesta sorpresa. Novio del año el que la organizó (con ayuda de amigos del año, claro), y mandó a hacer piñata y globos de Morrissey, para la agasajada super fan. Yo también fui muy fan en una época, y los Smiths son el grupo del cual alguna vez tuve más discos originales (como dice mi hermana, ya no debo prestar). Pero no me sé todos los datos biográficos del Mozz (aunque se viene su cumple, este 22) ni colecciono sus bootlegs, aunque siempre me gustará el sentido del humor con el que escribía acerca de sus depresiones, como digno seguidor de Wilde. En este test: http://www.allthetests.com/quiz11/quizpu.php?testid=1105221518 podrán averiguar si están obsesionados con él. Quizá les sale como a mí:
“You are a casual fan, you like some of the songs and don't bother with the websites, etc to often.” O quizá son ultra fans, como Chloe Sevigny que ha sido vista ultimamente en dos conciertos suyos en una semana, o totales obsesos como la protagonista de la película "My life with Morrissey" http://www.hartfordadvocate.com/gbase/Film/content.html?oid=oid:80579
que ahora muero por ver, sobre todo porque el director, Andrew Overtoon, es el director de Bob Esponja, y no sé si él también tiene su corazón manchesteriano, pero debe ser una película bastante demente.


Piñata y globo (nótese que quien los hizo se comió una S)

Otra sorpresa fue el inesperado concurso de coreografías del que yo y unas amigas fuimos testigos en una discoteca a la que asistimos una noche exótica. Bailarines con traje ajustados, jurados que eran personajes de la televisión nacional y una jueza en traje camuflado, bailando para un público donde pudimos conocer a Chibolín (bien buena gente resultó).

Por último, sorprendentes han sido también algunas consideraciones que han tenido conmigo personas desconocidas en medio de momentos tensos, de gestiones burocráticas o de situaciones donde parecía mandar absolutamente la Ley de Murphy (siempre presente en el deporte importante). De pronto aparecieron sonrisas, bromas o palabras salvadoras cuando empezaba a sentirme un adulta stressada que me han hecho alegrar y recordar a Blanche Duboi diciendo "Siempre he dependido de la amabilidad de los extraños".
Excepto la noche del viernes en que, cerca del medianoche, por la residencial San Felipe, me acerqué a un datero a preguntarle hasta qué hora pasaba cierta línea. No terminaba de decir: "Disculpee...", cuando me gritó
"Toma tu carro, Mierda!".
Creo que estaba harto de que los extraños esperen que sea amable con ellos, o nunca lo habían sido con él. Me puse mi capucha, escondí mi cabeza en ella y tomé un taxi.
 
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