La foto más bonita que tomé el día del concierto de Tego Calderón es esta:

(Gracias al fan que me lo autorizó.)

Creo que este conciertazo fue en el que ví público más variado de todos los que he ido: votantes de Lourdes, Alan, Humala, Chávez, Paniagua, Lay, baby izquierdas y hasta de Piter debe haber habido (con la esperanza de que después de Tego, llegarían los Stones).
El concierto duró un segundo. Tego estuvo magistral, aunque no cantó “Elegante de boutique”. Alrededor, muchachos que se sabían todas las letras, hasta las jergas impronunciables, amigas reinas del baile y un ebrio que daba vueltas orinando a los fans a ritmo de reggaeton. Un mural hecho por los graffiteros del Callao como telón de fondo. La voz del Calderón era todo, aplaudíamos hasta lo inentendible, porque tenía swing y acababa sus frases con la palabra Perú. Llegó al escenario en muletas y cojeaba. Cuando quería irse lo hicimos volver al escenario hasta que dijo:
“Me tomo un break, que estoy con la pata hinchá, respeto, Perú”

Mientras salíamos del lugar, empezaba la ley seca. Mi hermana y sus amigos dicen que si un candidato promete derogarla, gana.